En plena crisis de reservas, el Gobierno se reunirá con el FMI: ¿qué medidas evalúan para que no caiga el programa?

No cabe la menor duda de que el Gobierno logró alcanzar las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2022, aunque, tal vez, con ciertas trampas que ponen en duda si sirve para la economía cumplir de ese modo. La misión de funcionarios que estuvo en Buenos Aires hace poco retornó a Washington y en poco más de un par de semanas una delegación de funcionarios argentinos estará en la capital norteamericana.

Según informaron funcionarios del organismo, en esos encuentros se terminará la revisión técnica de los números de la Argentina del cuarto trimestre del año pasado para elaborar el reporte del staff que se elevará al Board del organismo, que en última instancia aprueba las metas y ordena un nuevo desembolso. Son unos u$s5.400 millones que Sergio Massa y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, esperan con ansiedad.

El año pasado, Massa logró enderezar un auto que parecía ir directo hacia un precipicio. El Gobierno pasó de tener un gasto que crecía al 12% anual real en el primer semestre a una caída del 15% promedio en el segundo. Con ello se logró cerrar con un déficit del 2,4% del PBI, 0,1 punto mejor que lo acordado (2,5%). También fue eliminando, paulatinamente, la asistencia monetaria del BCRA al Tesoro y logró la meta de 0,6% del PBI. 

El problema de las reservas

El problema serio del equipo económico es la acumulación de reservas internacionales. Luego de que en el año pasado se ajustara la meta de acumulación neta debido al efecto de la guerra en Ucrania sobre el precio del gas, Argentina pudo mostrar que llegó al 31 de diciembre habiendo sumado u$s5.000 millones. 

Pero para obtener esa meta, el equipo económico tuvo que pisar pagos de importaciones y anticipar el cobro de dólares a través del programa dólar soja. En el caso de los pagos al exterior, hasta ahora solo se ha ido liberando apenas el 25% de las operaciones registradas a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).

El próximo escalón, el del primer trimestre de 2023, es u$s7.700 millones. Las estimaciones privadas indican que el Gobierno estaría a u$s3.000 millones de la meta de reservas que debería tener al 31 de marzo próximo, y alejándose. En poco más de un mes, Pesce tiene que revertir el proceso de salidas de dólares que viene experimentando desde que comenzó el año.

Reservas en alerta: ¿podrá el BCRA sumar u$s3.000 millones durante hasta fines de marzo?

Falta de dólar y un programa en riesgo de derrumbe 

Según trascendió, cuando los funcionarios argentinos vayan a cerrar el informe del staff van a discutir sobre la situación de las reservas para el 2023. Dos salidas tiene el FMI para evitar que el programa se derrumbe: darle un waiver (perdón ante un desvío menor para poder continuar con el programa) a la Argentina en caso de no poder alcanzar la meta de acumulación del primer trimestre. La otra es que se vuelvan a pactar las metas. Analistas privados ya ven ese potencial escenario.

Desde que comenzó el año, el Banco Central perdió u$s4.000 millones de sus reservas brutas. Arrancó con u$s44.000 millones y ya está en u$s40.000 millones. Durante ese período, pagó unos u$s2.000 millones de vencimientos con el organismo. Para que Argentina no caiga en un incumplimiento, el staff tendría que cerrar el informe a principios de marzo y que el directorio del organismo lo trate rápidamente para que se gatille el desembolso y se pueda sacar nuevamente una foto con todos los elementos en su lugar.

Un consultor de primera línea del mercado comentó a iProfesional que no se puede descartar el potencial waiver. “Con este nivel de brecha es imposible sumar reservas”, explicó. De hecho, el BCRA sigue perdiendo dólares. Igualmente, los analistas consideran que el Fondo no va a dejar caer a la Argentina.

¿Qué puede hacer el Gobierno para evitar un incumplimiento?

En el equipo económico argentino se piensa poner sobre la mesa una variable nueva. En el presupuesto de este año las proyecciones están hechas en base a un crecimiento del 2% del PBI. Pero en rigor, este año sería de 3%. Esa diferencia de un punto Massa la quiere hacer valer. Van a sobrar algunos pesos justo en un año electoral.

Eugenio Mari, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso plantea que “hay baja probabilidad de que se cumpla la meta actual de acumulación de reservas para finales de marzo”. “Aquí se abren varios caminos. El primero es readecuar la meta para reflejar la realidad, algo que ya se hizo en 2022. El segundo es apostar a uno o varios mecanismos de impacto de corto plazo para acumular reservas”, señala Mari. El economista sostiene que hay una tercera vía que “es, llanamente, pedir un waiver“.

“La dinámica cambiaria tuvo un vuelco en las últimas semanas; el BCRA acumula un saldo vendedor por intervenciones en el MULC de más de u$s1.000 millones en lo que va del año. La sequía afectó la oferta de divisas. Mientras que el exceso de pesos sostiene la brecha cómodamente en 90%”, señala Mari.

Exigente programa con el FMI: el Gobierno podría verse en la necesidad de pedir un waiver.

En ese sentido, dijo que “no son reglas que permitan acumular reservas de manera sostenible” aunque “esto no quita que el Gobierno use algún truco transitorio como los que vimos en 2022”. 

“La deuda ha sido la herramienta preferida; aquí aparecen las negociaciones del crédito por u$s1.000 millones de bancos internacionales. También hemos visto cambiar presente por futuro; no sería raro que se intente adelantar la liquidación de oleaginosas con un dólar soja 3. Y tampoco sería raro que el Gobierno aproveche la discrecionalidad que le permite el cepo cambiario actual para frenar los pagos de importaciones en marzo y así inflar artificialmente el número de reservas”, explicó.

Fuente: iprofesional.com

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